El trastorno afectivo estacional es un tipo de depresión que ocurre durante ciertas estaciones del año, con mayor frecuencia en otoño o invierno. Se cree que en los días más cortos y con menos luz natural, pueden desencadenar un cambio químico en el cerebro que provoca síntomas de depresión.

Así como el invierno suele asociarse al retraimiento y la soledad, la primavera es todo lo contrario: representa vida, nacimiento y renovación. Luego del equinoccio del 20 (o 21) de marzo, la luz comienza a iluminar la naturaleza que despierta de una manera más dulce y nos preparamos para recibir este cambio animados por nueva energía positiva. La celebración de la llegada de esta estación es una de las fiestas más antiguas de la humanidad. Pero, ¿qué sucede cuando, a pesar de la felicidad que se supone proviene de los días más brillantes, una persona todavía siente esa tristeza? Si desea saber más sobre este tema, vea el reportaje completo y entérese.