El niño interior es un concepto nacido de la terapia gestalt. Todos llevamos dentro un niño, ese niño que es sinónimo de alegría, creatividad e imaginación, pero también de miedos, angustias y desconcierto, al que en psicología llaman “el niño interior”. Este niño, con sus luces y sombras, se refleja en muchos de nuestros actos cotidianos y en las decisiones que tomamos. El niño interior es la estructura psicológica más vulnerable y sensible de nuestro “yo”.

